En la cadena global de suministro, la estiba de mercancías en unidades de transporte —ya sean contenedores, vehículos o plataformas— es uno de los procesos más críticos para garantizar la seguridad, la integridad de la carga y la protección del personal. La correcta aplicación de requisitos esenciales en la estiba no solo evita pérdidas económicas, sino que también previene accidentes que pueden poner en riesgo vidas humanas y dañar infraestructuras.
¿Qué elementos deben considerarse para una estiba segura?
El primer aspecto a tener en cuenta es la estabilidad de la carga durante todo el trayecto. La carga mal colocada o sujeta puede desplazarse por efectos de vibraciones, frenadas bruscas, curvas o cambios climáticos, comprometiendo la integridad de la mercancía y la seguridad del transporte. Por ello, la utilización de materiales adecuados —como correas, cadenas, tensores y dispositivos de amarre certificados— es fundamental para mantener la carga en su posición original.
Asimismo, el control de humedad y condensación en los contenedores o unidades de transporte es vital para evitar daños y desplazamientos involuntarios. La humedad excesiva puede afectar mercancías frágiles o sensibles, además de reducir la estabilidad de la carga. La implementación de medidas preventivas, como la ventilación controlada y el uso de materiales de protección, ayuda a mantener condiciones óptimas durante todo el recorrido.
Consideraciones específicas según la carga
Cada tipo de carga requiere un tratamiento particular. Las cargas pesadas y voluminosas, como piedras, piezas de acero o cargas sobredimensionadas, demandan técnicas de estiba precisas y el empleo de equipos especializados para asegurar su transporte sin riesgos. Las mercancías peligrosas, por su parte, requieren un manejo aún más riguroso, cumpliendo con normativas internacionales y realizando inspecciones exhaustivas antes del desplazamiento.
Responsabilidad compartida en la cadena de suministro
La seguridad en la estiba no recae únicamente en un único actor, sino que es una responsabilidad compartida. Desde los operadores en puerto, conductores, tripulantes, inspectores y personal de desestiba en destino, todos deben seguir procedimientos claros y comprobados. La coordinación y la capacitación continua son esenciales para minimizar errores y garantizar que la carga llegue en perfectas condiciones.
Procedimientos y verificaciones finales
Antes de iniciar el transporte, se recomienda realizar inspecciones minuciosas para verificar que la carga está correctamente colocada, asegurada y que no presenta daños visibles. La documentación también debe estar en regla, incluyendo las declaraciones precisas del peso y las características de la carga, para evitar sobrecargas o asignación inadecuada de espacios en buques o vehículos.
Conclusión
Una estiba adecuada, respaldada por requisitos claros y procedimientos rigurosos, es la mejor defensa contra riesgos durante el transporte. En un entorno donde las cargas son cada vez más diversas y exigentes, la adopción de buenas prácticas y el cumplimiento de normativas internacionales son indispensables para mantener la seguridad, reducir costos y proteger vidas humanas en toda la cadena logística global.